A todo gas por la avenida
Lo habían advertido con antelación. Fiscales y jueces anunciaron el pasado diciembre que el objetivo de la reforma del Código Penal en materia de seguridad vial era apartar de la carretera a los infractores multirreincidentes y a los conductores que con sus actitudes al volante «pueden producir un intenso peligro», como explicó el fiscal coordinador de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas.
Por eso, no parece extraño que el motorista que circulaba a 197 kilómetros por hora por el casco urbano de Vigo, en un tramo limitado a 50 y en pleno día, se quede sin su moto para siempre. El juez ordena el decomiso del vehículo al considerarlo instrumento del delito, como se establece en el Código Penal.
La aplicación del decomiso en los casos de delitos graves de seguridad vial (referidos a excesos de velocidad, a conducir sin carné tras haber perdido todos los puntos y a la conducción bajo los efectos del alcohol o de las drogas) es una vieja demanda de las asociaciones de víctimas de accidentes de tráfico.
Podemos estar o no de acuerdo con este duro castigo, pero lo que parece claro es que el motorista vigués, de 41 años, jugó a la ruleta y perdió, aunque no del todo.
Tuvo la suerte que le faltó a otros que se dejaron la vida yendo al límite.
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