La Fiscalía decomisará el automóvil a 200 conductores con delitos graves de tráfico.
El nuevo Código Penal permite confiscar la propiedad a los más temerarios .
Una nueva fórmula para evitar que los conductores más temerarios ingresen en prisión: el decomiso del arma del delito. En el caso de los delitos de tráfico, el vehículo. Ésa es una de las modificaciones del Código Penal que ayer entró en vigor y que según el fiscal de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, supondrá la retirada del coche a unos 2.000 automovilistas, unos 200 de Galicia. Para los casos graves de infracciones de exceso de velocidad, alcoholemias o conducción sin permiso, la Fiscalía aplicará a partir de ahora con carácter general el decomiso del vehículo. Con esta medida, se pretende reducir el número de personas que actualmente cumplen condena entre rejas por delitos contra la seguridad vial –alrededor de 1.500 conductores, aproximadamente un 10% de ellos gallegos–, pues la reforma penal contempla la retirada del coche como una pena alternativa a la cárcel.
La incautación del vehículo es una medida que en la actualidad quedaba a elección del fiscal. Con la reforma penal, el decomiso se generalizará para los conductores multirreincidentes y las infracciones más graves al volante. La medida que ahora pretende implantar la Fiscalía en España ya se aplica en Galicia desde el año 2007. Junto a los fiscales coruñeses, los de Navarra, Badajoz y Sevilla ya estaban solicitando también esta pena desde 2008. Como en el caso de los bienes decomisados a los narcos y bandas de delincuencia organizada, los vehículos retirados a los conductores más infractores eran vendidos en subasta, tal y como establece el artículo 127 del Código Penal. Pero la Fiscalía de Seguridad Vial propone que en lugar de enviarlos a un depósito, donde su estancia, según apuntó Vargas, es "costosa" y les hace "perder valor", sean entregados "de inmediato" a alguna administración o entidad privada para fines sociales como educación vial en los colegios, proyectos de reeducación o incluso a las propias víctimas de accidentes de tráfico.
Los que no se salvarán de la retirada, serán los conductores condenados por un delito de homicidio o lesiones imprudentes. Pero además, los fiscales extenderán la pena a los conductores reincidentes o a los condenados por exceso de velocidad o tasas de alcohol "de extraordinaria gravedad y generadoras de un intenso peligro".
En el caso de que el delito sea cometido con el vehículo de un tercero, el decomiso también se aplicará, aunque a posteriori el dueño podrá demostrar su "buena fe" para recuperarlo.
Uno de los factores que se tendrá en cuenta a la hora de dictar la incautación del coche será la situación económica del condenado. La propiedad de vehículos de alta gama se tendrá en cuenta como una señal de buena situación y, por tanto, de indicio de que se puede practicar el decomiso. "Vamos a fijarnos en ellos", advirtió Bartolomé Vargas, al tiempo que amplió el cerco incluyendo a los conductores implicados en carreras ilegales.
R. PRIETO - A CORUÑA - Edicción Digital del FARO DE VIGO - Viernes, 24-12-2010.
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