martes, 4 de mayo de 2010

ENTREVISTA A JEANNEN PICARD EN EL FARO DE VIGO EL 04 - 05 -2010



Natural de París (Francia), se casó con un gallego, de Vigo, y lleva viviendo más de 50 años en Galicia, en A Coruña. Sufrió el dolor de perder a un hijo en un accidente en la Vía Rápida del Barbanza con sólo 33 años y tras ello, hace algo más de 10, decidió fundar con la catalana Ana María Campo la Asociación Stop Accidentes. Es su presidenta en Galicia en donde cuenta con casi 90 socios


Jeanne Picard Mahaut - Delegada de Stop Accidentes en Galicia

"Hay que separar las dos vías del corredor aunque se haga un atasco continuo a Vigo"

Ha solicitado plenos en los concellos de O Morrazo para pedir solución a esta carretera.

CRISTINA G. – CANGAS

La asociación estatal Stop Accidentes, a través de su delegada en Galicia, la francesa residente en A Coruña Jeanne Picard, he remitido un escrito a los Concellos de Cangas, Moaña y Bueu, por donde discurre el Corredor de O Morrazo, para que se convoquen plenos extraordinarios con el fin de exigir a la administración una actuación urgente en este vial, en donde ya han fallecido en lo que va de año 7 personas, el último un bebé de casi un mes el viernes pasado.
Asegura que el corredor, es una vía con apariencia de autovía, sin medianeras y con doble sentido en donde “una pequeña línea blanca separa la vida de la muerte. Una trampa mortal que está provocando dramas en el Morrazo”.
La asociación busca que los Concellos se impliquen y al mismo tiempo la propia sociedad por lo que Picart es partidaria de una manifestación “desde el silencio y respeto a las víctimas”.

–¿Qué pasa con el Corredor de O Morrazo?

–La carretera es muy mala y hay que exigir medidas de seguridad, cambiar infraestructuras si es necesario. Se ha vuelto a caer en el mismo error que en las vías rápidas y no se puede admitir. Esto es más que un error, es una enorme equivocación. Se hizo una infraestructura que se sabe no es segura y, por desgracia, cuando ocurren las tragedias es cuando se toman las medidas.

–Será tarde para muchas familias...

–Exactamente, lo importante es prevenir. Las vías rápidas supusieron diez años de lucha para tener una vía más segura.

–Usted ha sufrido la tragedia de una vía rápida.

–En la mal llamada Vía Rápida del Barbanza murió mi hijo de 33 años. Fue hace diez años y fue por esa línea blanca que separa la vida de la muerte. Después de mucha lucha, ahora ya se ha transformado en autovía.

–Tras la desgracia de su hijo, ¿sintió la necesidad de luchar para corregir los peligros de la carretera?

–Cuando te ocurre algo así te hundes y al cabo de unos meses, cuando empiezas a poder pensar y reflexionar, te preguntas por qué esta carretera se llama vía rápida. Empiezas a indagar y entonces fundamos entre varias madres a nivel de España la asociación. Investigué por qué aquí se llamaba vía rápida y descubrí que existe en una Ley de Circulación. Al hablar con las autoridades todos nos daban la razón de que no era un nombre adecuado. Logramos después de muchos años quitarle el nombre y el cartel. Ahora son Vías Gallegas. La administración no puede hacer este mismo tipo de carreteras con un nombre que se inventa porque el de corredor no existe en la ley. Ninguna carretera se llama corredor ¿de dónde lo han sacado? De existir en alguna norma habría que quitarlo. Pero por lo poco que he podido investigar, no lo encuentro. Para el AVE el nombre me parece perfecto porque es un corredor por donde va el tren y no hay obstáculos de ningún tipo, pero ¿para una carretera?

–¿Qué cree que se debería de hacer con esta carretera?

–Cuando digo cambiar el nombre es haciendo un llamamiento a la sensibilización de que las carreteras no son para correr. Hay un comportamiento del conductor importantísimo. El cambiar un nombre a una carretera es hacer un llamamiento al buen comportamiento de los conductores. Pero desde luego, lo más urgente es separar las dos vías, aunque sea una línea continua de atasco a Vigo. Hay que impedir los adelantamientos, que haya distracción e invasión del carril contrario. Hay que actuar ya.

–¿Habría que cerrar el corredor para establecer estas medidas urgentes?

–Yo llamaría a los vecinos a una manifestación para, entre todos, pedir esas medidas, pero desde el silencio, el recuerdo a las víctimas, desde la rabia que tenemos todos de lo que está pasando.

–¿Conoce el corredor?

–Conozco la comarca, pero físicamente no he ido por el corredor y me da terror. Puedo ser una buena conductora, y creo que lo soy, pero no sé cómo está el que viene de frente. Da miedo encontrarse con el distraído, el que va con exceso de velocidad, con alcohol...

–¿Cree que la Xunta no ha actuado a tiempo?

–No, ni la Xunta ni nadie debería actuar después de las tragedias, sino antes.

–¿Cuándo hay que actuar?

–Cuando se hace la carretera. Los ingenieros y las administraciones son responsables de nuestra seguridad. No hay que echarle toda la culpa al conductor; es verdad que somos responsables de nuestras máquinas, de cumplir con la velocidad...

–Sin embargo, en el último accidente, en el que fallecieron una mujer y un bebé, el problema no fue la velocidad.

–Es demasiado fácil poner el cartel de punto negro. Es fácil hacer mal una carretra y cuandoestá mal se pone una señal. ¿Y por qué no la hacen bien desde el principio? No entiendo por qué no se hizo bien desde el principio esta carretera conociendo lo que estaba pasando con la vía rápida, teniendo el ejemplo de lo que no se debería de hacer.

–¿La presencia del rádar puede ser una solución?

–Sí. Hay que poner límites de velocidad pero no todo el mundo los respeta. El problema principal de esta carretera es que se hizo mal por ahorrar dinero. ¿Y cuánto vale una vida? Es la reflexión que debería de hacer la administración. Esta carretera tiene apariencia de autovía,y cuando se sale de la autopista te metes en un corredor de dos direcciones y ese es el peligro. Físicamente no aprecias un cambio que alerte al conductor.

–¿Cómo eran las carreteras cuando llegó a Galicia?

–Muy malas, pero también teníamos un 600 que a 80 km/h echaba humo. Y ahora tenemos mejores carreteras pero coches inutilmente potentes. Nos venden los coches: en 6 segundos se ponen a 120 km. ¿Por qué no nos dicen cuánto se necesita para frenar.

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