miércoles, 27 de marzo de 2013

.... NO DEJÉIS DE LEERLO ....


REFLEXIONES  DE  UN  PADRE ANTE  LA  PÉRDIDA  DE  SU  HIJA

NO DEJEIS DE LEERLO, los que hayáis perdido un hij@ os vereis reflejados, los que no... entenderéis mejor como nos sentimos y podreis ayudarnos mas a seguir adelante.

1. Desearía que no tuvieran temor a pronunciar el nombre de mi hija. Mi hija vivió y necesito escuchar su nombre.

2. Si lloro o me emociono si hablamos de mi hija, desearía que supieran que no es porque me han herido, de hecho es la muerte de mi hija la que ha causado mis lágrimas. Me han permitido llorar y se lo agradezco... La explosión del llanto y la emoción son sanos.

3. Desearía llegar a tu casa y seguir viendo las fotos y otros recuerdos de mi hija.

4. Tendré emociones altas y bajas, subidas y bajadas. Desearía que cuando tenga un buen día no pienses que mi dolor se ha acabado o que si tengo un mal día necesito de un tratamiento psiquiátrico.

5. Desearía que supieras que la muerte de un hijo es diferente de cualquier otra pérdida y debe ser vista desde otro punto de vista. Es la tragedia más grande y me gustaría que no la comparen con la muerte de un padre, esposo o cualquier otra persona querida.

6. La pérdida de un hijo no es contagiosa así que desearía que no huyeran de mí...

7. Desearía que supieras que todas las reacciones “exageradas” de dolor que ves en mi son normales. Depresión, rabia, frustración, desesperanzas y la puesta en duda de valores y creencias son de esperar después de la muerte de un hijo, con el tiempo estas emociones se irán transformando.

8. Desearía que no esperen que mi dolor dure (x) meses... Los primeros años serán excesivamente traumáticos para nosotros. El dolor no desaparecerá nunca, tan sólo será posible convivir con él.

9. Desearía que entendieran las reacciones físicas de mi dolor; la gran mayoría de ellas son el producto de la tragedia que he vivido y vivo, son producto de ese doloroso daño que inunda el alma.

10. El cumpleaños de nuestra hija, el aniversario de su muerte y las fiestas son fechas terribles para nosotros. Desearía que nos dijesen que tienen a nuestro hijo presente. Si nos ven quietos o retraídos, sepan que estamos pensando en nuestro hijo, no traten de forzarnos a estar alegres.

11. Es normal y bueno que la mayoría de nosotros reexaminemos nuestra fe, valores y creencias después de perder un hijo. Nos haremos preguntas de cosas que nos han enseñado a lo largo de nuestras vidas... Desearía que me permitieran cuestionar mis creencias sin hacerme sentir culpable.

12. Desearía que evitasen hablarme de medicamentos o tranquilizantes. Estos son remedios temporales y la única manera que tenemos de sobreponernos al dolor es experimentándolo. No podré sanar si no siento la herida.

13. Desearía que entendieran que el dolor cambia a las personas. No soy la misma persona que era antes de la muerte de mi hija y nunca lo seré... Si esperas que sea la misma de antes te frustrarás. Soy una criatura nueva, con nuevos pensamientos, sueños, aspiraciones, valores y creencias. Por favor traten de conocer al nuevo yo, tal vez aún les pudiera agradar, aunque ya no sé si como antes.

14. Espero sepan comprender que el dolor de perder a un hijo no tiene nombre no existe una palabra que defina que somos, solo se que somos almas incompletas es como si una parte de nosotros mismos quedara mutilada, es vivir el día a día con el dolor que te desgarra por dentro... Nunca nuestras vidas serán las mismas, siempre nos hará falta nuestra hija.

15. Por favor, eviten hacernos creer que el nacimiento de un nuevo hijo evitará nuestro dolor...Nunca un hijo puede reemplazar la ausencia de otro. Nadie ocupa el vacío de la ausencia, tan sólo puede ayudar a aprender a convivir con ella y generar nuevos proyectos que ayuden a enfrentarse a seguir viviendo, pero la ausencia siempre estará presente en nuestras vidas.

Muchas gracias por estar ahí, con nosotros en estos durísimos momentos.



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