Antonio Rodríguez, jefe del servicio de lesionados medulares del Chuac, asegura que las campañas de prevención cada vez son más eficaces
Antonio Rodríguez Sotillo (Córdoba, 1957) trabaja a diario con
lesionados medulares, y conoce mejor que nadie la dureza del diagnóstico, por
eso no duda en asegurar que la mejor lesión es aquella que no se produce.
-A medida que avanza el verano, ¿notan un incremento de
lesionados medulares?
-Es la época más dura de nuestra profesión. De hecho, hace años
que no me voy de vacaciones en julio o agosto por la cantidad de trabajo que hay
en estas fechas. La mayoría de las lesiones son consecuencia de accidentes de
tráfico, pero también por precipitaciones en el medio rural. La gente se anima a
subir a los árboles a coger fruta, y a veces, cae.
-¿El perfil ha experimentado algún cambio en los últimos años?
-Continúan siendo jóvenes de entre 20 y 35 años. Mayormente
varones que sufren accidentes mientras realizan recorridos cortos. El perfil es
el mismo que el de los accidentes de circulación. Existe la teoría de que el
número de accidentes es proporcional al número de kilómetros que se recorren en
general.
-¿En un mes «tranquilo» cuántas personas pueden ingresar en su
unidad?
- Durante el invierno podemos controlar a pacientes crónicos
debido a otras patologías y hacer un seguimiento de sus tratamientos. En verano
solo nos dedicamos a los pacientes que presentan un diagnóstico agudo. El
servicio de lesionados medulares recibe una media de 135 pacientes al año, de
los cuales el 50 % ingresan durante los meses de verano. En Galicia, este factor
de la estacionalidad es superior al de otras zonas.
-¿Cada vez hay más pacientes con lesiones medulares que se
recuperan?
-Cada vez hay más pacientes con lesiones incompletas... Esto se
debe a la mejora de las medidas de seguridad en los vehículos o a las medidas de
tráfico, que cada vez son más exigentes. Estos pacientes, que no mueren en el
acto, sufren lesiones medulares incompletas, es decir, la médula no se fractura
del todo y por lo tanto existen más posibilidades de rehabilitación.
-¿Pero existe una rehabilitación completa?
-En principio, estas lesiones son irreversibles. La
rehabilitación consiste en volverse hábil para valerse por uno mismo desde una
silla de ruedas. La recuperación total es una asignatura pendiente, pero sí que
cada vez existen más medios para la rehabilitación.
-¿Existen maneras de prevenir este tipo de accidentes?
-Claro. Si piensas que al tirarte al agua te puedes quedar
tetrapléjico, ya no te tiras, o por un accidente de tráfico, pues la siguiente
vez conduces con más prudencia. Además, las campañas de prevención resultan muy
eficaces en este sentido, ya que un año llegamos a tener hasta 12 pacientes con
lesiones por zambullida, y esta cifra se ha reducido a un promedio de uno o
dos.
Reportaje publicado en:
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