
El ahorro que estas medidas traen consigo, siempre se traduce en una mejor calidad de vida, menor contaminación, más seguridad, menos enfermedades, menos dependencia energética, menos ruido, más conciencia colectiva, más ahorro...
Queda tristemente demostrado que es más impopular rebajar la velocidad máxima permitida que darle un tijeretazo al sistema social de bienestar.
Esperemos que esa mentalidad tan contradictoria vaya cambiando poco a poco.
Es hora de pedalear.
De: Valencia en Bici.
No hay comentarios:
Publicar un comentario