lunes, 28 de noviembre de 2011

" ASFALRELATOS " - Relato de ANDRÉS - ALUMNO DE 15 AÑOS del IES O CASTRO.

LAS  NOTICIAS DE  LAS  NUEVE

-. ¡Es el coche de papá!...
 ¡es el coche de papá!
ES EL COCHE DE PAPÁAA!....
El grito de Anita se fue elevando como una sirena de bomberos y la madre llegó corriendo por el pasillo, diciendo ¿Qué pasa? ¿Por qué gritas así? Y de pronto calló, pero al segundo un gemido surgió del salón inundando la casa.
Alex puso el juego en pausa y fue a ver qué ocurría;¡menuda tarde de viernes le estaban dando!: que si había que preparar la maleta, porque al día siguiente cogían temprano el avión para ir a París a pasar la Semana Santa; que si pelar patatas y picar cebolla, para que su padre tuviera de cena esa tortilla que tanto le gustaba; que si hay que comprar tomates para la ensalada, que ya sabes que a papá le encantan…Y ahora este jaleo ¡que pesadas!.
Las dos estaban de pie frente a la tele. Su madre se tapaba la boca con las manos, como para ahogar ese gemido infinito; su hermana tenía la cara retorcida, bañada en lágrimas, y su brazo extendido señalaba la pantalla de la tele.
Alex siguió su mano y vio un coche rojo aplastado, un bulto en la carretera tapado con una lona blanca, sangre en la calzada…leyó el subtítulo “accidente mortal en A Gudiña”, oyó la voz de tono indiferente de la locutora…”el conductor del camión ha resultado ileso”…empezó a notar un olor a quemado… ¡Mamá, que se queman las patatas! dijo, bajito, tratando de entender por qué gritaban, no era papá, no podía ser papá, aún tardaría un par de horas en llegar de su viaje…
El coche rojo era más viejo que el de papá, seguro, más pequeño. No, no, no…
Tenían que seguir con sus planes, tener preparada la cena: su padre vendría muy cansado, protestando por el tiempo, el tráfico, la dura cama del hotel, lo pesados que eran los clientes...
¡No era el coche de papá!- gritó. Anita sollozó…”he visto la matrícula”.
Mamá se derrumbó en el sofá.
El teléfono sonaba y sonaba.
El mundo de Alex se tiñó de negro.

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