La comunidad gallega cierra 2010 con el balance de accidentalidad más bajo de su historia.
Doscientos euros de multa para los conductores que salgan de su vehículo sin chaleco reflectante. Ésa es la sanción a la que se enfrentan los automovilistas con la nueva ley de seguridad vial.
Una multa que se queda en 80 euros para los peatones que circulan por las carreteras del rural o por autopista y autovía sin ningún dispositivo reflectante. Pese a que la norma así lo recoge, hasta el momento la Guardia Civil de Tráfico en Galicia no sancionaba a los viandantes más imprudentes, la gran parte mayores de 65 años. Pero esta impunidad tiene los días contados. A partir de ahora, para ir a comprar el pan, dar un paseo por el arcén o para tomarse un vino en el bar del pueblo tendrán que ponerse un elemento reflectante. Eso o hacer frente a la multa.
La DGT pondrá en marcha en Galicia una campaña para reducir los atropellos en la comunidad, una de las lacras de la accidentalidad en la red viaria gallega. Será en noviembre, según anunció ayer el jefe de la Guardia Civil de Tráfico en Galicia, el teniente coronel José Hermida, durante la presentación del balance de siniestralidad vial de 2010 en la que estuvo acompañado por el delegado del Gobierno, Antón Louro, y el jefe de Tráfico de A Coruña, Pedro Pastor del Castillo.
"El primer paso es convencer de la necesidad de que los peatones vayan identificados. Lo primero es advertir y aconsejar sobre el uso de los dispositivos reflectantes. Es más efectiva una sanción que una víctima más", argumentó el teniente coronel Hermida. Al mismo tiempo que lamentó que ninguno de los viandantes fallecidos el año pasado en las carreteras gallegas llevaba dispositivos reflectantes.
No será la única campaña específica que llevará a cabo la DGT en Galicia este año. Además de la que busca reducir los atropellos en la red viaria gallega –dos de cada diez fallecidos el año pasado en accidentes de tráfico en la comunidad eran peatones, si bien es cierto que el número de viandantes fallecidos en 2010 se redujo un 10,86% respecto al año anterior– sino que además promoverá una específica para motos en el mes de agosto.
Galicia cerró 2010 con el balance más bajo de siniestralidad viaria desde 1984, año del que datan las primeras estadísticas del Centro de Gestión de Tráfico en la comunidad. 209 muertos en la red viaria gallega, 11 menos que el año anterior (-5%), lo que supone una media de 15 fallecidos en el asfalto cada mes, casi la mitad que los 28 registrados en 2003.
La evolución es más positiva si se tiene en cuenta la evolución de la última década, ya que de las 473 víctimas mortales contabilizadas en las carreteras gallegas en 1999 la cifra se redujo a 179 el año pasado (-62,15%). Así lo destacó ayer el delegado del Gobierno en Galicia, Antón Louro.
No obstante, el delegado del Gobierno lamentó que se sigan produciendo muertes en las carreteras gallegas y que algunos parámetros, como el del número total de accidentes con víctimas o el del número de heridos graves, hayan experimentado un pequeño aumento respecto a 2009. En concreto, el pasado año se registraron 1.046 heridos graves frente a los 1.006 de 2009, lo que representa un aumento del 3,9%.
La DGT acaba de poner en funcionamiento los tres primeros cinemómetros en España que controlan la velocidad media por tramos. En cuanto a la previsión de nuevos radares fijos en la comunidad, el coordinador de Tráfico en Galicia, Pedro Pastor, apuntó ayer que la DGT evalúa la ubicación de nuevos cinemómetros, aunque eludió revelar el número y los puntos donde se podrían colocar.
ROSA PRIETO - A CORUÑA - FARO DE VIGO DEL 13-01-2011
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